En esta nueva entrada, escribo a ciegas, lo que surge de mi mente sin necesidad de pedir permiso. Para eso vale muchas veces este blog, desahogarme como si todo el mundo me escuchara, sin que nadie me oiga, otra forma de intentar engañar a no sé quién.
Quiero cerrar los ojos, taponar los oídos, pero mi corazón me lo impide, y sufro al ver a tanta gente desfilando hacía no se sabe dónde, personas que se quedan huérfanas de patria, exiliados con toneladas de historias a cuestas, niños viajando a ninguna parte. Al escribir esto entre lágrimas, me viene a mente la novela "Dios ha nacido en el exilio". Una novela que por intereses ocultos, reside en el olvido, y eso que fue premio Goncourt en 1960. Escrita por un exiliado Vintila Horia, y que trata la vida de otro exiliado, el gran escritor Ovidio.
Se escuchan voces que vienen de todos los puntos cardinales, sobre el masivo éxodo que estamos viviendo, distintos puntos de vista de esta tragedia, algunas muy lamentables.
En diferentes grupos de Whatshapp, de los que formo parte escribí lo siguiente:
<<"Un portero falla en su salida, y el delantero marca gol". ¿Conclusión del cuento?>>
La mayoría de las respuestas, en estas épocas de vendimia, iban en la dirección:
"El portero a por uvas, y el delantero de fiesta".
Pero hay quien barajó otras conclusiones como:
"Un fallo lo tiene cualquiera", o:
"Hay para todos".
Me quedo con esta última. "Hay para todos", que viene diciendo que hoy falló el portero, pero tendrá momentos de gloria, como detener un penalti, y entonces, la balanza de desequilibrará en contra del delantero.
Y termino, con este pequeño desahogo, donde nos encontramos con infinidad de puntos de vista, pero, personalmente en el tema de la avalancha de gente que se ve obligada a pasar por un infierno huyendo de algo peor, únicamente me suscita una opinión: solidaridad. Porque nunca se sabe si algún día nos tocará a nosotros ser los exiliados, como ya pasó en el siglo pasado, porque, "hay para todos".
Só fai falta poñerse na situación desa xente para darse conta do grave que é a situación que nesta entrada se conta.
ResponderEliminarCerto. Demasiada xente mirando para outro lado. Secadra cando lles toque a eles mesmos... Non, coido que nin así. Demasiado egoísmo.
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